martes, 30 de abril de 2013

Molinos de viento TESTIGO PROTEGIDO

(AMI) Según el Inegi, dice La Jornada de ayer,  en México unos 18 millones de menores de 0 a 14 años que representan 56.3% de la población infantil, viven en “pobreza multidimensional”; 83.5% sin seguridad social, 38.7% con carencia alimentaria, 38.5% sin servicios de salud, 27.4% con carencia en la calidad y los espacios de la vivienda, 26.5% sin servicios básicos en vivienda y 10.6%  con rezago educativo*

En la sección Justicia y sociedad del mismo diario también pudo leerse ayer: Han sido rechazadas todas las solicitudes de alerta por feminicidios en 4 estados, Reportan en 58 mil casos falta de acceso de las víctimas a la justicia, La PGJEM no pedirá las órdenes de aprehensión para directivos de Sofoles. A propósito del tema, Vivos los queremos fue el lema invocado en las manifestaciones ayer en los 31 estados y el DF, al cumplirse un año de asesinato de Regina Martínez, corresponsal de Proceso en Veracruz, cuyos autores, en el ánimo popular y la conciencia del gremio, serían elementos del gobierno estatal y-o de instancias protegidas por este. Se multiplicaron las protestas contra asesinatos, secuestros, tortura, acoso, que a ciencia y paciencia de la burocracia federal, estatal y municipal y la mayoría de las veces por cuenta de ellas, se ejerce contra los periodistas en México. Como si no bastara el también creciente maltrato laboral

La grave crisis de la UNAM debe ser solucionada dentro de la institución y por su comunidad. Por bien intencionada que haya sido la petición de cinco antiguos rectores de pedir la intervención del gobierno federal, la verdad es que esta exhibe no solo insensibilidad, sino incoherencia al incluir entre ellos a Barnés de Castro, quien fue expulsado a los dos años con 310 días de su gestión, y cumplirse casi siete meses de haber desatado el conflicto más largo en la historia de la UNAM, para evitar que entregara nuestra más alta casa de estudios a los mercaderes del ramo, y la dejó, como  el sábado 13 de noviembre de 1999 escribieron Georgina Saldierna y Claudia Herrera Beltrán en La Jornada “sumida en una profunda crisis”.

Las dudas sobre la calidad ética del personaje desaparecen cuando se lee en la edición del mismo diario el 28 de enero de 2012, bajo la firma de  Israel Rodríguez: “Felipe Navarrete, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores del Instituto Mexicano del Petróleo, aseveró que el actual gobierno ha desplegado una política de debilitamiento de los centros de investigación y de las universidades públicas […] el embate al IMP inició con el nombramiento de Francisco Barnés de Castro al frente de este organismo […] desmanteló el IMP con el despido de más de 500 trabajadores e investigadores.” Un testigo protegido, ni más, ni menos. Más que error, esto parece provocación.

Donde sí hace falta la energía que se reclama para el campus universitario es en la muy lamentable falta de capacidad de respuesta exhibida por el régimen ante el chantaje de tan descalificados adversarios como el PRD de la mancha chucha, y los deshilvanados harapos del PAN que Gustavo Madero insiste en representar. Los 220 mil afiliados de Morena representan el 0.26% del padrón de electores y son su llave al registro en el Ife, si es que a tan desprestigiada colusión de intereses disfrazada de lo que sea, se le pega su real y regalada gana aceptarlo.  

Sería una tragedia para México y el mundo que el relevo en la dirección de la Organización Mundial de Comercio correspondiese al conocido gestor empresarial Herminio Blanco Mendoza, en vez de al embajador brasileño Roberto Azevedo. Por si no fuera suficiente la desvergonzada servidumbre empresarial de Ángel Gurría en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. 

“Yo no intercambio mi camiseta con asesinos” respondió Cristiano Ronaldo a una pregunta de periodistas en la eliminatoria del mundial 2014 a los finales de un encuentro entre los equipos de Israel y Portugal, a cuyo fin un jugador israelí se quitó la camiseta y pidió a Ronaldo cambiarla por la suya, pero este, comedidamente, le explicó que no podía ponerse una camiseta con la bandera del Estado de Israel. En el vestidor, cuando los periodistas le preguntaron por qué había rechazado el intercambio de camisetas, Cristiano Ronaldo dijo exactamente: «Yo no intercambio mi camiseta con asesinos». Un año antes, Cristiano subastó su bota de oro para ayudar a las víctimas de los bombardeos israelíes. Teme EU tregua extraoficial en México con narcos: Washington Post. Competencia desleal, podría alegar. rrb@red-ami.com






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